Ponemos a vuestra disposición la siguiente herramienta pedagógica con el fin de facilitar -tanto a profesores como alumnos o padres- el acceso a información fiable sobre drogas y su posible prevención. Aparte, contamos con una amplia gama de actividades lúdicas y constructivas de perfecta aplicación con adolescentes y ofrecemos un espacio común de discusión sobre los temas tratados.

FORO









martes, 27 de abril de 2010

FICCIÓN Y REALIDAD: Ideas erróneas sobre algunas drogas

Todos hemos oído hablar de las drogas y tenemos una serie de ideas sobre ellas. Algunas de estas ideas son completamente erróneas y aquí vamos a exponer lo que gente de tu edad piensa sobre algunas sustancias, en concreto el cánnabis, las drogas de síntesis y la cocaína, y lo cuál es la realidad.


CÁNNABIS:
Lo que se piensa: El hachís o la marihuana tienen efectos menos nocivos que el alcohol o el tabaco porque es un producto natural, inocuo.

La realidad: Los efectos de estas sustancias no son comparables, pero el cánnabis no es una sustancia inocua. El hachís se saca de una planta llamaba cannabis sativa, pero eso significa que no contenga sustancias tóxicas que causan los denominados “principios psicoactivos”, es decir, que afectan al funcionamiento normal de las neuronas del cerebro.

Lo que se piensa: El cánnabis no produce adicción, su consumo puede controlarse.

La realidad: Está científicamente demostrado que su consumo prolongado y continuado produce tolerancia, dependencia y un síndrome de abstinencia característico. Anualmente alrededor de 4000 personas inician tratamiento por problemas de abuso o dependencia del cánnabis en España.

Lo que se piensa: El hachís y la marihuana no son realmente drogas.

La realidad: Sí que son drogas con un impacto muy negativo en el comportamiento y la salud física y mental de sus consumidores. Además, son ilegales, estando sancionado su consumo en lugares públicos, su cultivo, elaboración, tráfico, promoción del consumo y posesión y la conducción de vehículos a motor bajo los efectos de estas drogas.

Lo que se piensa: El cánnabis tiene efectos terapéuticos.

La realidad: Los usos médicos del cánnabis se realiza a través de fármacos obtenidos en un laboratorio, y no al hachís o la marihuana. El consumo de estas drogas con fines recreativos no tiene ninguna utilidad terapéutica ni supone ningún beneficio para la salud, más bien al contrario.

Lo que se piensa: El cánnabis es la droga de la tolerancia y la solidaridad

La realidad: El cánnabis, como otras drogas, puede provocar reacciones violentas. Potencia una actitud pasiva ante la vida y los problemas sociales y provoca en muchos países tercermundistas pobreza, violencia, corrupción e inestabilidad política, pues sólo el 1% de los beneficios que genera el tráfico de drogas revierten en los productores.


DROGAS DE SÍNTESIS:

Lo que se piensa: Son inocuas.

La realidad: Los propios consumidores reconocen sufrir múltiples efectos negativos inmediatamente después del consumo, además de importantes problemas en su salud física y mental y vida social cuando se trata de consumos crónicos. Son realmente frecuentes las reacciones agudas y/o sobredosis, algunas especialmente graves, que pueden ponen en peligro la vida de los consumidores. Todos los años cientos de jóvenes comienzan tratamientos en servicios especializados por problemas de abuso y/o dependencia de las drogas de síntesis.

Lo que se piensa: Son seguras.

La realidad: Los consumidores desconocen la composición exacta de las pastillas que ingieren y las sustancias utilizadas para su adulteración. Es habitual que ni siquiera se trate de la sustancia que supuestamente se pretende consumir. Los consumidores desconocen la dosis real que consumen, estando expuestos a sufrir sobredosis.

Lo que se piensa: Su uso facilita la abstinencia a otras drogas.

La realidad: El consumo de drogas de síntesis aparece asociado al de otras sustancias (alcohol, cánnabis y otros psicoestimulantes), utilizadas para contrarrestar o potenciar sus efectos. Una amplia mayoría de consumidores de droga de síntesis son policonsumidores, lo que acrecienta los riesgos asociados al consumo de estas drogas.

Lo que se piensa: Son drogas de diseño.

La realidad: En la mayoría de los casos se trata de sustancias que han sido sintetizadas para usos médicos y que fueron desechadas por sus efectos adversos, o bien de modificaciones de moléculas ya conocidas. El único diseño de estas drogas radica en los colores o logotipos que las envuelven, para hacer más sugerentes su uso.

Lo que se piensa: Son las drogas de la élite de los jóvenes triunfadores.

La realidad: aunque su consumo se inició entre los grupos sociales más favorecidos, éstos abandonaron el mismo al hacerse evidentes sus daños y riesgos. Actualmente el consumo de estas sustancias está generalizado entre todos los grupos sociales. De hecho, su consumo es mayor entre las personas con un menor nivel educativo, los parados y pertenecientes a la clase media y baja.

El origen de las drogas de síntesis se encuentra en la década de los 60. Por aquellos tiempos triunfaban los Beatles, quienes escribieron una canción titulada Lucy in the Sky of Diamonds. Esta canción esconde el nombre de una droga de moda en aquel momento (LSD), y desde entonces pasó a conocerse simplemente como Lucy. Te recomiendo que veas el siguiente video realizado por un grupo de estudiantes sobre las consecuencias del LSD.

COCAÍNA:

Lo que se piensa: Me ayuda a animarme.

La realidad: Su efecto estimulante es muy breve, desaparece después de 20 ó 30 minutos y a continuación da un “bajón” intenso (depresión, decaimiento, cansancio).

Lo que se piensa: Hace que se note que tengo clase.

La realidad: Hace años que perdió todo su “glamour”, dejando de ser una droga elitista cuando se hicieron evidentes los graves daños que causa. Muchas de las personas adictas a estas sustancias tienen antecedentes judiciales, han estados detenidos o en prisión.

Lo que se piensa: La consumen quienes tienen éxito, los triunfadores.

La realidad: Sus consumidores pertenecen a todos los grupos sociales, incluidos los más desfavorecidos.

Lo que se piensa: Me ayudará a relacionarme con los demás, a desinhibirme.

La realidad: Una de las secuelas más frecuentes que manifiestan los consumidores habituales de cocaína es la profunda soledad. La irritabilidad y agresividad que provoca su consumo incrementa el riesgo de verse implicados en peleas y agresiones, dentro y fuera de su entorno familiar. Es probable que mucha gente pase de tu cuando sepa que consumes y que otros sólo se relacionen contigo para que les invites a consumir.

Lo que se piensa: Me ayudará a tener relaciones sexuales satisfactorias.

La realidad: El consumo habitual de cocaína provoca pérdida del deseo sexual, además de problemas de erección y eyaculación en los chicos.
Lo que se piensa: Es una droga limpia, menos peligrosa que otras sustancias.

La realidad: Junto con la heroína es unas de las drogas más peligrosas por su impacto sobre la salud física y psicológica y los actos delictivos y violentos que provoca.

Lo que se piensa: A diferencia de la heroína, es fácil controlar su uso.

La realidad: Es una de las drogas con mayor capacidad de generar adicción, incluso más que la heroína. Lo demuestran las 12.000 personas que actualmente inician tratamiento por este motivo en España.

Lo que se piensa: No hay problemas porque la consume todo el mundo.

La realidad: Aunque las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas tratan de extender su consumo, lo cierto es que es minoritario entre los jóvenes. Se trata de una sustancia ilícita, considerada como una droga que causa un grave daño para la salud, cuyo tráfico es sancionado con penas de prisión y su consumo en lugares públicos, con elevadas multas.

Ahora, me gustaría que vieses este video: La vida de un cocainómano

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